La Comunidad del Instituto Sagrado Corazón recibió con los brazos abiertos a las hermanas y religiosos de la Congregación Franciscana, quienes tuvieron la oportunidad de compartir con niños, jóvenes y adultos su testimonio luego de colaborar en la rehabilitación de personas sumidas en la adicción a la droga.
El ejemplo de amor y solidaridad fue un gran impulso para quienes interactuaron con ellos, pues demuestra cómo el cariño, la comprensión y apoyo son fundamentales en la reparación de quienes más lo necesitan.
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